Cada día nace una nueva ilusión cubierta de esperanza. Cada noche se cierra un ciclo de quehaceres sin rumbo concreto.
Todos los caminos hacen que tu vida se vuelva trascendente y cobre sentido. Hasta los que te alejan de tu objetivo sirven a un fin y dan la posibilidad de avanzar.
Quien se especializa en algo, paraliza su evolución total, y evoluciona solo parcialmente. El momento y lugar donde se encuentra cada ser sólo es apreciado desde la distancia.
Ser más que…. es darle al ego un arma para la autodestrucción dado que cada individuo evoluciona a una velocidad, como las partículas que componen el aire. En ellas existe un movimiento total que equivale al viento, donde todas la unidades se mueven en una dirección marcada y luego existen pequeños remolinos, y remansos, donde algunas partículas dan vueltas, otras se paran y algunas retroceden, la analogía es clara con respecto al ser humano.
Existe un avance total que no está dirigido por asuntos terrenales ni humanos y existe el individualismo que provoca remolinos, vueltas atrás o paradas de uno o varios grupos de individuales.
La palabra establece una interrelación entre individuales que la ponen en un lugar relevante en la sociedad, de tal modo que se relega a un segundo plano la observación, por eso a veces se creen cosas que no se han visto, aunque sean falsas, sólo porque son palabras autorizadas o de entidades con «credibilidad».
Hacer énfasis en la observación y el contraste entre hechos y palabras acercará al individuo más a su unidad con la realidad. Por lo tanto es crucial la consciencia y la observación de las palabras siempre desde la distancia para acercarse lo más posible a la realidad que es la única que se puede vivir y que se debe transitar en el camino. Es resto de realidades creadas por palabras, creencias o conceptos, son espejismos y turbulencias que retrasan la propia evolución individual.