Se puede sentir la soledad simplemente cerrando los ojos. En ese espacio no hay nada. Solo con un gesto la frontera entre la materia y la nada se atraviesa. Se puede analizar esta situación, pero sería borrar la esencia de la realidad.
Del mismo modo que esa frontera es atravesada con tanta facilidad todas las demás también lo son. Esas que creéis que no existen o que no están a vuestro alcance.
Al sumergirse en otro espacio y tiempo distinto, la realidad se superpone y la manifestación consciente de la misma queda dislocada por la realidad subconsciente. Es otra de las vías para transformar la realidad presente.
Existen infinidad de formas posibles para abrir realidades paralelas. Todas ellas tienen conexión con todas las demás y de todas se puede coger lo que se necesita en un momento dado.
La realidad presente no es más que un camino entre realidades infinitas y es muy fácil de cambiarlo. Lo hacéis inconscientemente a cada instante.
En proceso de sueño esa realidad paralela infinita diseña un camino subconsciente que guía la realidad consciente de cada paso a tomar.
Por eso los sueños a veces se vuelven conscientes. Eso ocurre cuando es necesario una corrección en el camino tomado. A veces están codificados para que su mensaje llegue sin distorsión provocada por el análisis mental. Otras son más directas y claro el mensaje y no se presta a interpretaciones.
¿Entonces no nos podemos salir del camino o hacer un cambio de rumbo consciente? Si es posible y algunas veces necesario para aprender a no luchar en causas perdidas.
El estado de búsqueda constante desgasta en gran medida los recursos para la realidad presente.
El camino es muy fácil desde el interior. Desde la sabiduría total sin perderse en cuestiones innecesarias que alteran el ánimo y la cordura.
