Probablemente una equivocación parece en determinadas ocasiones una condena divina.
Si se observa detenidamente se define la equivocación, como una decisión propia, que no es adecuada para conseguir el fin deseado. ¿Entonces… donde está el origen de tal error? ¿Acaso tu decisión es voluntad ajena a ti?
No te tortures pensando en los errores cometidos. La diferencia entre un error y un final marcado es el aprendizaje que ha supuesto el primero.
Puede que tal vez se encuentren ambos en un lugar y se complementen mágicamente como si no viniesen de lugares diferentes. Errores y aciertos trabajando conjuntamente para conseguir un objetivo. El final previsto y adecuado para tu experiencia necesaria.
Cuando caminas lo haces voluntariamente y tus pasos los marcas tu con tus decisiones. Puedes tomar referencias en el camino o dejar que surja una ruta por sí misma sin predecir u orientar. Esa ruta quizá sea dar vueltas en circulo, por lo que si quieres avanzar debes tomar referencias en el camino.
¿Hasta donde quieres llegar? ¿Te has marcado un límite? ¿Por qué limitas algo ilimitado? Del mismo modo que un niño surfea por el universo y recrea el infinito a cada instante en su cabeza con creencias y pensamientos ilimitados, que son propios de un ser ilimitado, el ser permanece inalterable pero la mente se ha creado capas y capas de limitaciones ficticias que envuelven la luz intrínseca del alma.
Todo comienza y termina en el mismo instante. Es la definición de la palabra presente y esa inexistencia de todo instante recrea la infinita realidad con sus respectivas posibilidades.
El ser humano basa su vida en patrones medibles y fácilmente almacenables en compartimentos mentales limitados. No es capaz de servirse de su esencia infinita para recrear una realidad presente acorde a su ser.
Si por un instante pudierais ver lo que realmente sois, nada volvería a ser igual para vosotros. Nada es lo que creéis. Confiad y seguid las orientaciones de vuestro interior. Así hallareis la paz en todo.
Si se observa detenidamente se define la equivocación, como una decisión propia, que no es adecuada para conseguir el fin deseado. ¿Entonces… donde está el origen de tal error? ¿Acaso tu decisión es voluntad ajena a ti?
No te tortures pensando en los errores cometidos. La diferencia entre un error y un final marcado es el aprendizaje que ha supuesto el primero.
Puede que tal vez se encuentren ambos en un lugar y se complementen mágicamente como si no viniesen de lugares diferentes. Errores y aciertos trabajando conjuntamente para conseguir un objetivo. El final previsto y adecuado para tu experiencia necesaria.
Cuando caminas lo haces voluntariamente y tus pasos los marcas tu con tus decisiones. Puedes tomar referencias en el camino o dejar que surja una ruta por sí misma sin predecir u orientar. Esa ruta quizá sea dar vueltas en circulo, por lo que si quieres avanzar debes tomar referencias en el camino.
¿Hasta donde quieres llegar? ¿Te has marcado un límite? ¿Por qué limitas algo ilimitado? Del mismo modo que un niño surfea por el universo y recrea el infinito a cada instante en su cabeza con creencias y pensamientos ilimitados, que son propios de un ser ilimitado, el ser permanece inalterable pero la mente se ha creado capas y capas de limitaciones ficticias que envuelven la luz intrínseca del alma.
Todo comienza y termina en el mismo instante. Es la definición de la palabra presente y esa inexistencia de todo instante recrea la infinita realidad con sus respectivas posibilidades.
El ser humano basa su vida en patrones medibles y fácilmente almacenables en compartimentos mentales limitados. No es capaz de servirse de su esencia infinita para recrear una realidad presente acorde a su ser.
Si por un instante pudierais ver lo que realmente sois, nada volvería a ser igual para vosotros. Nada es lo que creéis. Confiad y seguid las orientaciones de vuestro interior. Así hallareis la paz en todo.
Buenas observaciones gracias